En el sector alimentario, la necesidad de congelar los productos elaborados aumenta cada día, ya que esté es el único sistema de conservación que permite recuperar, en el momento de su uso, las características originales del producto, manteniéndose en perfectas condiciones durante un largo periodo de tiempo.
Para obtener una congelación óptima, se debe alcanzar la temperatura de -33ºC en el menor tiempo posible.
Cuanto más rápida sea la congelación, menores serán los cristales de hielo que se formen en el interior del producto. Además, se evitará la rotura de las fibras y se mantendrá la textura original de los alimentos.
El producto ha sido añadido la cesta correctamente.